Sobre los así llamados “católicos tradicionales” y sobre “la Misa tradicional” [con nota póstumamente insertado el 27.03.2015]
SOBRE LOS ASÍ LLAMADOS “CATÓLICOS TRADICIONALES” y sobre “LA MISA TRADICIONAL" Y SOBRE LA MISA TRADICIONAL
Querer pararse en el 1962 y querer bloquear todo a antes del Concilio, como si de ello no hubiera ocurrido o si hubiera llevado la Iglesia a un mal camino, no es un verdadero tradicional, no es fidelidad constante y firmeza en la verdad, sino un una congelación de un organismo viviente, es impedir el camino de la Iglesia, es el terco atraso y la arrogante desobediencia a los avances de la Iglesia en la historia, es un truco del demonio que conduce a la perdición.
Con una nota póstuma inserta por el autor 27.03.2015
Está entrando en uso la expresión que analizando con profesionalidad crea dificultades y aparece equívoca, no quiere decir que es erróneo y peligroso: católicos “tradicionales”, expresión aparentemente inofensivo, quizás incluso hermosa. Puede parecer demasiado derecho, oportuna y adecuada, obviamente equipada, para aquellos que la utilizan para sí mismos y por ella la difunden, con un sentido positivo, como si dijera:: los católicos fieles a la Sagrada Tradición.
Una expresión aparentemente aclararadora pero que en realidad, como intentaré demostrar, crea confusión y puede, más allá de las buenas intenciones, abrir una ventana al lefevrismo. Por esto, después de todo, creo que es mejor no usarla o el menor numero de veces por el sentido que voy a explicar.
Por ello, propongo las siguientes observaciones.
Primera. El ser tradicional, como ya ha enseñado San Pío X, es una característica del Católico como tal, en cuanto la doctrina de la fe surge de la confluencia de la Sagrada Escritura con la tradición. Entra en la definición del ser católico. Por esto, el hablar de católico tradicional no es que una tautología, decir lo mismo de lo mismo, es como decir que el caballo es el caballo. O, a lo mejor es una enunciación del principio de identidad, conocido hasta por los niños. Hermoso descubrimiento!
El ser tradicional entra en la esencia misma del ser católico, así como pertenecer a la razza equina pertenece a la esencia del caballo. En este sentido, un católico que no es tradicional, no es un católico. Así como un caballo que no es equino no es un caballo. Por lo tanto, quien se califica como un católico tradicional, intenta decir: “Nosotros sí, somos los verdaderos católicos! Sólo nosotros lo somos!”. el católico no tradicional, por ello, no puede ser un buen católico.
No tiene sentido, entonces - comento - añadir al final al término “Católico” el adjetivo “tradicional”, porque este atributo ya está implícitamente en el concepto de católico, así como no tendría sentido o sería una adición inútil hablar de un caballo equino.
Del mismo modo: ¿por qué llamar Misa “tradicional” sólo la Misa vetus ordo? [AQUI, AQUI, AQUI, etc ..] Incluso la novus ordo es la Misa tradicional, es la “Misa de todos los tiempos”. El Concilio no ha cambiado para nada la substancia de la Misa; pero sólo ha hecho cambios accidentales y contingentes, y como ha sostituido las modalidades antes, así el día de manaña las presentes podrán ser sustituidas por otras, sin que por esto en la Misa sea cambiada en su esencia.
No sabe dintiguir esta gente miope la substancia de los accidentes [cf. nuestros artículos anteriores AQUI, AQUI]? La reforma litúrgicaha simplemente ha introducido un nuevo rito, un nuevo modo contingente de celebrar la misma e idéntica Misa instituida por Nuestro Señor Jesucristo. Tal vez es que Jesucristo celebró la Eucaristía de acuerdo con el … vetus ordo?
Segunda. El hablar de los católicos tradicionales parece aludir al hecho de que hay católicos no tradicionales, que luego sería catolicismo nuevo o moderno . Si embargo,, de acuerdo con su razonamiento, en cuyo caso ésto sería un falso católico, porque no es “tradicional”.
En realidad, es necesario precisar que no se prohíbe el adjetivo “tradicional” aplicado a la vida del espíritu, pasando por analogía a cómo nos expresamos en el campo material, como por ejemplo en el campo del arte o de la alimentación. Así, por ejemplo, se aprecian algunas canciones tradicionales o ciertos alimentos tradicionales, sin que ello implique desprecio por las canciones y los alimentos modernos. Cada uno es libre de elegir.
Ningún proprietario de restaurante que haga propaganda de alimentos tradicionales invita no comprar alimentos modernos. Sin embargo, estos católicos “tradicionales”, por una especie de desprecio indiscriminado hacia la modernidad, parecen tener este desprecio por los católicos que quieren ser modernos [ver AQUI, AQUI, AQUI, etc ..]; y ser moderno - sea claro - no significa en absoluto ser “modernistas”, sino todo lo contrario.
En la Iglesia no hay nada malo en que algunos tengan más simpatía por la tradición y otros en cambio por la renovación y el progreso, a condición de que todos estén en el mundo de la ortodoxia. Pero entonces no es conveniente utilizar para aquellos que aman especialmente la tradición, el término “tradicional”, que hace aparecer a los progresistas, es decir, a aquellos que aman el progreso, como falsos católicos, contrarios a la tradición y modernistas. El progreso es un deber; ser modernistas es una herejía.
Mejor sería mantener el término “tradicionalista” desde hace timepo ampliamente utilizado, dándole en sentido positivo y legítimo como anteriormente. Yo mismo he escrito un libro sobre el Siervo de Dios Tomas Tyn con el subtítulo de “Tradicionalista postconciliar” [1], aludiendo al hecho de que hay un conservadurismo saludable el cuál es contrario al tradicionalismo lefevriano, acoge con satisfacción el desarrollo de la Tradición operado por el Concilio y por los Papas del post-concilio, negado claramente en ver una contradicción del magisterio concilar con el del pre-concilio.
Tercera. Pero lo que es preocupante es que los que han dado lugar a esta expresión con orgullo se consideran católicos tradicionales, y expresan ideas que se acercan peligrosamente lefebvrismo, ya que rechazan como anti-tradicionales las doctrinas del Vaticano II y las de los Papas siguientes, creyendo que el verdadero catolicismo, fiel a la Tradición, es sólo ese tipo de catolicismo, en esas formas especiales – por ejemplo, el rito tridentino de la Misa -, que existía antes de que el Concilio.
Cuarta. El verdadero católico tradicional es el postconciliar. Cada verdadero católico, como ya dije, es, ciertamente por esencia tradicional, sino que lo ess - y esto no aparezca como contradicción - incluso el progresista, como lo fue por ejemplo el Maritain (no el modernista que es un hereje), sino en el sentido del desarrollo realizado por el Concilio y por el post-concilio. De hecho un sano progreso, tal como promovido por el Concilio, no es más que un desarrollo y un mejor conocimiento del dato inmutable de la Tradición .
Este es el verdadero respeto de la Tradición. Querer pararse en el 1962 y querer bloquear todo a antes del Concilio, como si de ello no hubiera ocurrido o si hubiera llevado la Iglesia a un mal camino, no es un verdadero tradicional, no es fidelidad constante y firmeza en la verdad, sino un una congelación de un organismo viviente, es impedir el camino de la Iglesia, es el terco atraso y la arrogante desobediencia a los avances de la Iglesia en la historia, es un truco del demonio que conduce a la perdición.
Varazze, 24 marzo 2015
[1] Tomas Tyn, un tradizionalista postconciliare, Edizioni Fede&Cultura, Verona 2007.
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NOTA póstumo 27.03.2015 SOBRE LA SUSTANCIA DE LA MISA
En tu opinión, Rabino Ariel, para un católico que quiere permanecer fiel a la línea de la doctrina que debe mantenerse a escuchar las "elucubraciones mentales" dos [censurado] Ariel&Cavalcoli que comiencen a debatir sobre nada distintivo, por ejemplo substancia y accidentes Tradición y la Sagrada Liturgia nalla, o no sería mucho más edificante comprender con certeza fiel católica Doctrina Sana lectura, por ejemplo, un pedazo de un monje y sumo sacerdote de la iglesia Don Divo Barsotti en el sitio&Post-concilio, que reniega del "elucubraciones mentales" duo [censurado] Ariel&Cavalcoli en lo que llaman la "maldita externa"? Creo que cualquier católico que se mantuvo la luz de la razón no dudaría qué contestar.
[Comentarios Publicado por Gianluigi Bazzorini la 25.03.2015]
Similarmente Misa tiene una constitución fundamental, sin el cual no es válido; tiene una esencia inmutable instituida por Nuestro Señor Jesucristo, y una forma ritual, convencional, gestual, ceremonial o rúbrica externa y accidental, tales términos o expresiones del ritual, que Cristo ha dado el poder de la Iglesia a la solución de las formas accidentales o ceremonias de los sacramentos.
Así, en cuanto a la Misa como tal, su esencia o sustancia se estableció una vez por todas por Cristo, para que la Iglesia no tiene poder para cambiarlo, pero mantiene sin cambios durante los siglos con la asistencia del Espíritu Santo.
Así, el vetus ordo y el Nuevo Orden de la Misa, como cuotas modo celebran misa, la dejará intacta la esencia de la fe y el tacto sólo la apariencia accidental y mutable.
Lo importante es que todos nos sentimos una sola cosa en torno a el misterio de la fe, si prefiere Palabras Novuso, si prefiere vetus ordo missae.
Giovanni Cavalcoli, OP
Varazze, 27 marzo 2015