Giovanni Cavalcoli
De la Orden de Predicadores
Presbítero y teólogo

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padre giovanni

Sui “divorciado y vuelto a casar”: lefebvrianos, Modernistas y … “E le stelle pasando un guardare” …

- Cartas de los lectores de la Isla de Patmos -

IUE “RESPUESTA DIVIDIDA: Los LEFEBVRIANOS, MODERNISTAS y … "LAS ESTRELLAS MIREN HACIA ABAJO" …

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El “problema del cisma de” es doble y existe a partir de 50 años: hay el de cuatro gatos lefevriani, pero rayan mucho, oficialmente cismáticos; y el no oficial, pero mucho mas serio, descarado y arrogante, de los modernistas y los rahnerianos, de otra manera conocido “bienhechores” pero ay de tocarlos! -, aduladores descarados del Papa, y son legion.

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Autor Giovanni Cavalcoli OP

Autor
Giovanni Cavalcoli OP

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Reverendo Padre Juan Cavalcoli.

Ya había señalado los escritos sobre el tema del padre Thomas Michelet., discordante en las posiciones , ahora Sandro Magister propone uno nuevo. «Sínodo no está de acuerdo. Hacia un "cisma de facto" en la Iglesia?» [cf. AQUI]. El teólogo dominico Thomas Michelet deja al descubierto la ambigüedad del texto sinodal. No conducir, pero ha cubierto divisiones. El conflicto entre "hermenéutica de la continuidad" y "hermenéutica de la ruptura". El dilema de Francesco …

Héctor

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Querido lector.

Que hay infiltraciones modernistas, proprotestantes y rahnerianos dentro del episcopado y el propio colegio cardenalicio, bajo la etiqueta inocente y honorable de “progresismo“, ahora es cada vez más evidente, con su irresponsable bondad y perdón, donde el sentido del pecado desaparece y uno cae en lo que el Concilio de Trento llama “Los herejes vacían la confianza“.

Si embargo,, como si eso no fuera suficiente, lo que circuló clandestinamente y se filtró en el Sínodo, también es una infiltración de Lefevrian, apareció claro en un cierto conservadurismo miope y duro, disfrazado de celo por la ortodoxia, y en la rigidez farisaica, la cual, culpando a los divorciados vueltos a casar como si fueran almas condenadas del infierno, ha asumido la tarea de salvaguardar inflexiblemente la ley de exclusión de los sacramentos de los divorciados vueltos a casar, como si fuera un depósito de la Sagrada Tradición, advirtiendo también perentoriamente al Papa que, si un dia esta ley cambia, Caería en herejía.

Estas ideas turbias en circulación subterráneo o incluso abierto, especialmente entre teólogos y teólogos improvisado o contratado para la ocasión, naturalmente no salen a la luz en la moción final del Sínodo, que no es nada ambiguo, pero está marcado por una gran prudencia y equilibrio, sin tocar explícitamente, que conveniente fue, el tema delicado, pero limitándose a ofrecer la base dogmática, eclesiológico, morales y legales, que será utilizada por el Santo Padre para entrar, sí Crede, sobre el fondo y para tomar una posible decisión, que todos esperamos con confianza, lo que sea que es. También falta dicha decisión., es claro que la ley actual se mantiene vigente. A este respecto,, ejemplar es la carta del arzobispo de Ferrara-Comacchio Mons. Negri a su diócesis, que hemos publicado en los últimos días [cf. AQUI, AQUI].

En cuanto al problema del cisma, es doble y existe desde 50 años: hay el de cuatro gatos lefevriani, pero rayan mucho, oficialmente cismáticos; y el no oficial, pero mucho mas serio, descarado y arrogante, de los modernistas y los rahnerianos, de otra manera conocido “bienhechores” pero ay de tocarlos! -, aduladores descarados del Papa, y son legion.

No parece que el Papa sea capaz de dominar la caótica situación: golpeando fuerte a los lefevrianos, solo ha despertado su orgullo y su odio contra él, para que hoy el Papa sea acusado abiertamente de herejía, algo que no ha sucedido desde la época de Lutero.

En cuanto a los modernistas, que, después de un ascenso al poder que ha durado décadas, ahora han tomado posesión de una gran parte del poder eclesiástico, deben ser ellos mismos quienes reconozcan -al menos- a los cismáticos y se arrepientan, deberían castigar a sus cómplices, sino, cegado por el poder alcanzado e “tomando gloria el uno del otro”, Obviamente estoy muy lejos de hacerlo, considerándose a sí mismo, al contrario, el punto avanzado del progreso eclesial, y perseguir a los ortodoxos y fieles al Papa y al Magisterio de la Iglesia.

La actitud del Papa hacia ellos recuerda la famosa novela de Kronin: “E le stelle pasando un guardare”.

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