(Texto en inglés después del italiano. / texto español posterior al engles)

Suciedad en lugares públicos entre sexo y teología de la ropa interior

Los sacerdotes debemos ser necesariamente todas las putas que intentan entregarse a todos, liberar el Amor Dei, Sin siquiera pedir la Marchetta. Por esto normalmente digo, en serio y nada juguetón, De hecho con un espíritu teológico constante, que, Si no hubiera hecho el sacerdote, Ciertamente habría hecho la puta. Pero elegí hacer ambas cosas: el sacerdote y la puta, por el amor de Dios.

- Noticias eclesiales -

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La policía estatal a cargo de controlar los laboratorios de lugares públicos en los que se empaquetan los alimentos, Hace un par de semanas, colocó las focas en una beca de repostería bien conocida en el corazón del centro histórico de Catania..

El video que documenta el estado de las instalaciones es solo un arquetipo necesario para hablar sobre la desastrosa psicología de los justificadores a toda costa y cuesta lo que costos, Listo para que esto afirme:

" ... es cierto, Este video fue filmado por la policía estatal en el centro de Catania., en la buena sala de estar de la ciudad, Pero tal cosa también podría pasarle al norte!».

Abro paréntesis con un grabado: La teoría de "podría ser" me recuerda a ciertos militantes de la izquierda radical chic Italiano que vive en nombre de políticamente correcto Más soñado. Esos, Sera entendido, con los superratácticos a los parioli y las villas en Capalbio, quien frente a una niña violada por una pandilla de inmigrantes clandestinos del norte de África tiene prisa por explicar, Alrededor de los diversos talk show televisores, que también podría haber violado por un grupo de italianos. Definitivamente, a la víctima de la violación casi siempre destinada a dejar signos traumáticos indelebles con todas las implicaciones reactivas más complejas en un nivel psicológico y de comportamiento, La idea de que sus violadores también podrían haber sido italianos, será de gran consuelo, Pero más que cualquier otra cosa de uso precioso para superar un evento traumático que es difícil de superar. Cierro el grabado y vuelvo al tema en cuestión.

Que este video retrata el laboratorio de un bar histórico del centro de Catania y no del centro de Bolzano o Belluno, donde los estándares higiénicos son muy superiores y mucho más respetados que en ciertas áreas de Sicilia, Son datos incontrovertibles, independientemente de la teoría de la justificación “Podría haber sucedido en otro lugar”.

Pasemos de la pregunta higiénica-sanitaria al doctrinal-moral, Porque éramos precisamente sacerdotes que durante generaciones obsesionamos a los adolescentes, Como si todo el misterio del mal fuera riguroso y únicamente de la vida abajo. Aquellos que nunca han fallado para enseñar que un laboratorio como el representado aquí es una exaltación del pecado mortal mucho más que la masturbación de un adolescente en medio de tormentas hormonales? Y no surge, Ciertos fanáticos laicos, Como ya pasa varias veces, Para enseñar al sacerdote subestimado que son dos cosas diferentes, Demuestra así que no sabes cuán graves pueden ser esos pecados contra la caridad, quien según ellos sin embargo sería otra cosa, En comparación con el pecado muy mortal del autoerotismo adolescente y varias caídas en el sexto mandamiento, que recordamos es precedido por otros cinco y luego seguido por otros cuatro, Aunque no interesan a estas personas que se revelan rigurosas solo por todo lo relacionado con la esfera de la sexualidad.

Que en la sexualidad humana hemos exagerado más allá de la medición, Ya lo escribí hace quince años (ver AQUI), prevaleciendo la rigurosa moralidad de Juan Pablo II, Cuando el Santo Padre Francis todavía estaba lejos de venir. Hoy en día, Las cosas que afirmé hace casi veinte años, El Santo Padre le dice, a menudo incluso en tonos irónicos, Mentir a mi, en ese periodo, grueso el gran giovanfoolista moralophobia, Fue cantado en notas claras: “Ve lentamente con estos discursos, O corre el riesgo de no convertirse en sacerdote ". Le respondí,: "Por supuesto, Porque la teología de la ropa interior siempre va a todo y, sobre todo,, verdad?».

A cinco kilómetros del palacio apostólico, El Santo Padre "Santo inmediatamente!", Tuvo el inmenso desastre humano y moral de la pastelería de los legionarios de Cristo., Preséntese bien afuera como las ventanas de esta pastelería en el centro histórico de Catania, Excepto para esconderse dentro de toda la peor basura de Marcial Maciel Degollado y sus cómplices leales. Aunque, el Santo Padre y su, Demasiado ocupado con la teología de la ropa interior, ciertos talleres no fueron inspeccionados, Incluso si todos lo supieran y la suciedad y la suciedad interna.

Cuando en tiempo récord, Con una imprudencia que pagaremos poco antes de la historia a un precio muy alto, Juan Pablo II fue beatificado y luego canonizado, Así como la pastelería de la Legión de Cristo y su fundador fue descubierto entre beatificación y canonización., aquellos que habían decidido tener a toda costa el santo declararon inmediatamente: «El Santo Padre no había sido informado, de hecho fue engañado ". Independientemente del hecho de que se informara varias veces e incluso en los detalles más peligrosos y difíciles, Como documento en uno de mis libros (ver AQUI), aunque admitido no había sido informado y de hecho engañado, Más razón por la que queda por aclarar: quien no le informó, pero sobre todo los que lo habrían engañado? Porque el engaño sin prejuicio a los casos de autoengaño-, implica la existencia de un engaño de. Entonces quien, engañado a Juan Pablo II? Sin embargo, esta pregunta que nadie pretende responder.

Estos son nuestros talleres de pasteles eclesiales y eclesiásticos, mientras, Sin modestia y moderación, no tuvimos mejor que hacer que disertarse en la teología de la ropa interior, comienzo y centro del interior misterio del mal. Y hoy, Alrededor del social media, Debemos leer los absurdos de un ejército de laicos católicos, Bigotti más allá de todo el límite de la decencia humana, que dicen sin una pena de ridículo que la Virgen María, una Fatima, Al pequeño Giacinta Marto, reveló que muchas almas estaban condenadas por los pecados de la lujuria, mostrándoles las malditas almas de los lujuriosos en el infierno.

Dios nos libera de los abduentos y militantes católicos ocupados, Porque solo su perversión y sus obsesiones sexuales pueden llegar a creer y luego propagarse como verdad y ciertamente dado el absurdo rumor de que la Virgen María, Madre por excelencia, Gran pedagogo y hogar de delicadeza humana, Comenzó a hablar de lujuria y lujuria a una niña analfabeta de nueve años nacida y criada en una de las provincias más aisladas, pobre y retrógrado de Portugal de principios del siglo XX..

La teología de la ropa interior nunca le ha gustado los sacerdotes siempre vivió en contacto con material humano, Consciente de ser pecadores que, por misterio inefable de la gracia, recibieron un mandato de Cristo Dios para cumplir con los pecadores de los pecados de acuerdo con el Ministerio de la Iglesia.:

«Recibes el Espíritu Santo; a quienes perdonas pecados, serán perdonados y a quienes no los perdonarás, no serán remitidos" (Juan 20, 22-23)

A la teología de la ropa interior le gusta terriblemente ciertos laicos de los católicos de social media, detrás de lo cual a menudo se ocultan a las madres y padres frustrados y fallidos que tienen múltiples y que cohabitan hijos e hijas e hijas., o nietos adolescentes que viajan con el colchón atado fijo en la espalda para estar listos para su uso. Pero, por otro lado, es una historia tan antigua como conocida y bien conocida: Todas cuantas putas, pero solo y rigor las hijas de los demás, Ciertamente no es suyo.

Veo ciertas cosas y las vivo de manera diferente: Los sacerdotes debemos ser necesariamente todas las putas que intentan entregarse a todos, gratis y amorRe, Sin siquiera pedir la Marchetta. Por esto normalmente digo, en serio y nada juguetón, De hecho con un espíritu teológico constante, que, Si no hubiera hecho el sacerdote, Ciertamente habría hecho la puta. Pero elegí hacer ambas cosas: el sacerdote y la puta.

Desde la isla de Patmos, 4 Febrero 2025

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Sucio en lugares públicos entre el sexo y la teología de los underpant

Los sacerdotes debemos ser necesariamente todas las putas que intentan darnos a todos, libremente y por el amor de Dios, sin siquiera pedir una compensación para el servicio ofrecido. Por eso dije, en serio y en absoluto en absoluto, sino más bien con un espíritu teológico coherente, que si no me hubiera convertido en sacerdote, Me habría convertido en una puta. Pero elegí hacer ambas cosas: el sacerdote y la puta, Por el amor de Dios.

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La policía estatal italiana a cargo de controlar los laboratorios de lugares públicos donde se empaqueta la comida, Hace un par de semanas, selló una pastelería conocida en el corazón del Centro Histórico de Catania.

El video Documentar el estado de las instalaciones es solo un arquetipo necesario para hablar sobre la desastrosa psicología de los justificadores a toda costa, Listo para justificador:

«… es cierto, Este video fue filmado por la policía estatal en el centro de Catania., en la buena sala de estar de la ciudad de esta ciudad de Sicylian, Pero tal cosa podría haber sucedido también en el norte de Italia!»

Abro con una digresión: los “podría haber sido” La teoría me recuerda a ciertos militantes del italiano Radical Chic Left que viven en nombre de la corrección política más soñada. Aquellos, ser preciso, con super-apartamentos en los ricos vecindarios residenciales de Roma y Villas en las áreas más exclusivas de la Toscana, OMS, Frente a una niña violada por una pandilla de inmigrantes ilegales del norte de África, son rápidos en explicar en varios programas de televisión que la niña podría haber terminado incluso por un grupo de italianos.. Seguramente, para la víctima de una violación siempre destinada a dejar marcas traumáticas indelebles con implicaciones psicológicas y de comportamiento complejas, La idea de que sus violadores también podrían haber sido italianos serán de gran consuelo, pero más que cualquier otra cosa de preciosa utilidad para superar un evento traumático que sea difícil de superar. Cerraré esta paréntesis y volveré al tema en cuestión.

Que este video retrata el laboratorio de un bar histórico en el centro de Catania y no en el centro de Bolzano o Belluno, donde los estándares de higiene y salud son muy superiores y mucho más respetados que en ciertas áreas de Sicilia, es un hecho incontrovertible, Independientemente de la teoría justificadora “Podría haber sucedido en otro lugar”.

Pasemos del tema de la salud higiénica al doctrinal-moral, Porque fueron los sacerdotes que durante generaciones tenemos adolescentes obsesionados, Como si todo el misterio del mal fuera estrictamente y exclusivamente de la cintura hacia abajo. Quien alguna vez se ha molestado en enseñar que un taller como el representado en este video es una glorificación mucho más del pecado mortal que la masturbación de un adolescente en medio de tormentas hormonales? Y no dejes que estos fanáticos seculares se levanten, Como ya ha pasado varias veces, para enseñarle al sacerdote subsignado que son dos cosas diferentes, Demostrando así que no saben cuán graves pueden ser esos pecados contra la caridad, que para ellos sin embargo sería algo diferente, En comparación con el pecado mortal del autoerotismo adolescente y varias caídas en el sexto mandamiento, que recordamos es precedido por otros cinco y luego seguido por otros cuatro, Aunque no son de interés para estas personas rigurosas solo en todas las cosas que se refieren a la esfera de la sexualidad.

Que hemos exagerado más allá de la medida de la sexualidad humana, Ya escribí hace quince años (ver AQUÍ), Cuando prevaleció la estricta moralidad de Juan Pablo II, Cuando el Santo Padre Francisco muy lejos de llegar a Roma. Hoy, Las cosas que decía hace casi veinte años son dicho por el Santo Padre, a menudo incluso en tonos irónicos, Mientras yo, En el momento, con la gran fobia moral vigente bajo el pontificado de Juan Pablo II, me dijeron en términos claros: «Vaya fácil con estos discursos, o corre el riesgo de no convertirse en sacerdote ». Respondí: "Seguro, Porque antes de todo y por encima de todo va la teología de los Underpant ».

En Roma, A cinco kilómetros del palacio apostólico, El Santo Padre “santo inmediatamente!”, tenía el inmenso desastre humano y moral de los legionarios de Cristo “pasteles”, que se veía tan bien en el exterior como las ventanas de esta masa en el centro de la ciudad antigua de Catania, Excepto que se escondió dentro de toda la peor basura de Marcial Maciel Degollado y sus fieles cómplices. Siendo nosotros, sin embargo, Demasiado ocupado con la teología de los Underpant, ciertos talleres no fueron inspeccionados, a pesar de que todos sabían de su existencia y su interior sucio.

Cuando en tiempo récord, con una imprudencia de que pronto pagaremos mucho antes de la historia, Juan Pablo II fue beatificado y luego canonizado, Entre su beatificación y su canonización se descubrió el laboratorio de confitería de la Legión de Cristo y su fundador. Aquellos que habían decidido tener a Juan Pablo II declararon un santo a toda costa, inmediatamente justificó este hecho diciendo: «El Santo Padre no había sido informado, fue engañado ». En realidad, El Santo Padre fue informado varias veces e incluso en los detalles más peligrosos y escandalosos., Como se documenta en uno de mis libros (ver AQUÍ). Sin embargo, Si realmente no hubiera sido informado y hubiera sido engañado, Esta sería una razón más para aclarar: quien no le informó, Pero sobre todo que lo engañó? Porque el engaño, excepto en casos de autoengaño, necesariamente implica la existencia de un engañador. Entonces, ¿quién engañó a Juan Pablo II?? Esta es una pregunta que nadie pretende responder.

Estos son nuestros laboratorios de pasteles eclesiales y eclesiásticos, mientras, sin vergüenza ni restricción, No teníamos nada mejor que hacer que discutir la teología inferior, el principio y el centro de todo el misterio del mal. Y hoy, en el mar de las redes sociales, Debemos leer los absurdos de un ejército de católicos laicos, fanáticos más allá de todos los límites de la decencia humana, quien afirma sin penalización de ridículo que la Virgen María, en Fátima, A la pequeña Jacinta Marto, bebé de solo nueve años, dijo que muchas almas estaban condenadas por los pecados de la lujuria, haciéndola ver malditas almas de la lujuria en el infierno.

Dios nos entregue de fanáticos católicos comprometidos y militantes! Solo las personas obsesionadas con la sexualidad humana pueden creer y difundir el absurdo rumor según el cual la Virgen María, Madre por excelencia, Gran pedagogo y asiento de delicadeza humana, hablando de lujuria y lujurios a una niña nacida y criada en uno de los más aislados, pobre y retrógrado de Portugal a principios del siglo XX.

La teología inferior nunca ha complacido a los sacerdotes que siempre han vivido en contacto con la materia humana., Consciente de ser pecadores que por un inefable misterio de la gracia han recibido de Dios de Dios el mandato de absolver a los pecadores de sus pecados de acuerdo con el Ministerio de la Iglesia:

«Cuando había dicho esto, Él respiró sobre ellos y dijo, "Recibe el Espíritu Santo. Si perdonas a alguien sus pecados, ellos son perdonados; Si retiene el perdón de alguien, está retenido ”» (Jhón 20, 22-23)

La teología inferior es terriblemente extendido con algunos católicos laicos en las redes sociales, detrás de lo cual a menudo esconde a las madres y padres frustrados y fallidos que tienen hijos e hijas múltiples y convorcios., o nietos adolescentes que viajan con el colchón atado firmemente a sus espaldas para estar listos para su uso. Pero, de nuevo, es una historia antigua y conocida: todas las putas, Pero solo las hijas de otras personas, No es suyo.

Veo y experimento ciertas cosas de manera diferente: Los sacerdotes debemos ser necesariamente todas las putas que intentan darnos a todos, libremente y por el amor de Dios, sin siquiera pedir una compensación para el servicio ofrecido. Por eso dije, en serio y en absoluto en absoluto, sino más bien con un espíritu teológico coherente, que si no me hubiera convertido en sacerdote, Me habría convertido en una puta. Pero elegí hacer ambas cosas: el sacerdote y la puta, Por el amor de Dios.

De la isla de Patmos, 4 Febrero 2025

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SUCIEDAD EN LUGARES PÚBLICOS ENTRE SEXO Y LA TEOLOGÍA DE LOS CALZÓNCILLOS

Los sacerdotes debemos necesariamente ser todos putas que tratamos de darnos a todos gratuitamente y por amor de Dios, sin ni siquiera pedir una compensación por el servicio. Por eso suelo decir de manera seria y nada de broma, incluso con un espíritu teológico coherente, que si no hubiera sido sacerdote, hubiera sido una puta. Sin embargo, elegí ser ambas cosas: el sacerdote y la puta, por amor de Dios.

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La Policía Estatal italiana, encargada de controlar los talleres y las cocinas de los lugares públicos donde se envasan alimentos, cerró hace un par de semanas una reconocida pastelería en pleno centro histórico de la ciudad siciliana de Catania.

El vídeo que documenta el estado del local es sólo un arquetipo necesario para hablar de la desastrosa psicología de los justificadores de a toda costa, a cualquier precio, y dispuestos a decir:

«…si es cierto que este vídeo fue registrado por la Policía Estatal en el centro de Catania, ¡pero algo así también se podría encontrar al Norte de Italia!»

Abro una paréntesis para hacer una digresión: la teoría del “podría haber sido” me recuerda a ciertos militantes de la izquierda radical-chic italiana que viven en nombre de la corrección política más onírica. Aquellos que obviamente son de los penthouse en los barrios residenciales de Roma y de las villas en las zonas más exclusivas de la región Toscana. Y quienes ante una chica violada por una banda de norteafricanos se apresuran a explicar en distintos programas televisivos: que la muchacha también podía haber sido violada por una banda de italianos. Sin duda alguna, la víctima de una violación casi siempre está destinada a conservar marcas traumáticas imborrables con implicaciones reactivas muy complejas a nivel psicológico y conductual. La idea de que sus violadores también podían haber sido italianos sería de gran consuelo para ella, sobre todo de preciosa utilidad para superar el acontecimiento traumático y difícil de superar. Cierro esta paréntesis y vuelvo al tema en cuestión.

Que el vídeo muestre el laboratorio de un bar histórico en el centro de la ciudad de Catania, y no en el centro de ciudades como Bolzano o Belluno donde las normas de higiene y salud son mucho más estrictas y mucho más respetadas que en ciertas zonas de Sicilia, es un hecho incontrovertible, al margen de la teoría justificadora de: “también podría suceder en otros lugares”.

Del tema higiénico-sanitario pasemos al doctrinal-moral, porque nosotros mismos los sacerdotes, quienes por generaciones hemos obsesionado a los adolescentes en sus movimientos íntimos con las manos; como si todo el misterio del mal fuese de rigor y unicamente de la cintura para abajo. ¿Quién se ha prodigado en enseñar que un laboratorio como el registrado por el vídeo, es una exaltación del pecado mortal más que la misma masturbación de un adolescente en medio de sus tormentas hormonales? Y los fanáticos laicos que no se alcen y repliquen como ya ocurrió en pasado, enseñando al sacerdote que escribe, que son dos cosas totalmente distintas; demostrando con esto, de no saber cuán graves pueden llegar a ser los pecados contra la caridad. Según ellos, serían otra cosa comparado con el super pecado mortal del autoerotismo adolescente y de las caídas en el sexto mandamiento, que recordemos es precedido por otros cinco y seguido por otros cuatro mandamientos; aunque esto no interese a estas personas que sólo son rigurosas en todo lo que concierne a la esfera de la sexualidad.

Que sobre la sexualidad hemos exagerado más allá de todo límite, lo escribí hace quince años (ver AQUÍ), cuando prevalecía la moral rigurosa de Juan Pablo II y el Santo Padre Francisco aún estaba lejos por venir. Hoy las cosas que afirmé hace casi veinte años, las dice el Santo Padre y a menudo en tono irónico. Mientras que a mí en ese entonces con la gran moralofobia de Juan Pablo II me dijeron en tonos claros: «Deja de hablar así, o corres el riesgo de no ser ordenado sacerdote». Repliqué entonces diciendo: «Es cierto, porque por encima de todo y ante todo está la teología de los calzoncillos».

A cinco kilómetros del Palacio Apostólico, el Santo Padre “¡santo inmediatamente!”, tuvo el enorme desastre humano y moral del “laboratorio de pastelería” de los Legionarios de Cristo, presentados excelentemente en el exterior como los escaparates de la pastelería del centro histórico de Catania, salvo esconder por dentro todas las peores basuras de Marcial Maciel Degollado y de sus leales cómplices. Pero el Santo Padre y sus colaboradores estuvieron demasiados ocupados con la teología de los calzoncillos, mientras que ciertos laboratorios no eran inspeccionados aunque todos conocían su existencia y su suciedad interna.

Cuando en tiempo récord y con una imprudencia que dentro de poco pagaremos ante la historia con un precio muy alto, Juan Pablo II fue beatificado y luego canonizado. Y eso que durante su beatificación y canonización se descubrió el laboratorio de la Legión de Cristo y de su fundador; por ello, los que habían decidido obtener inmediatamente el santo a toda costa declararon: «El Santo Padre no había sido informado, al contrario había sido engañado». Independientemente del hecho de que informado fue en varias ocasiones e incluso con detalles peligrosos y escabrosos como lo he documentado en uno de mis libros (ver AQUÍ) incluso, suponiendo que no hubiera sido informado sino por el contrario engañado, con mayor razón se debe aclarar: ¿quién no lo habría informado pero sobre todo, quién lo habría engañado? Porque el engaño – salvo en los casos de autoengaño – implica necesariamente la existencia de un engañador. Por lo tanto, ¿quién engañó a Juan Pablo II? Ésta es una pregunta a la que nadie pretende responder.

Estos son nuestros talleres de pastelería ecclesial y eclesiástica, mientras que sin pudor ni freno no teníamos nada mejor que hacer que discutir sobre la teología de los calzoncillos, principio y centro de todo el mistero del mal. Y hoy en las redes sociales, tenemos que leer los absurdos de un ejército de católicos laicos, fánaticos más allá de todos los límites de una humana decencia, quienes afirman sin pena de ridículo: que la Virgen María en Fátima reveló a la pequeña partorcita Giacinta Marto que muchas almas fueron condenadas por los pecados de la lujuria, haciéndo ver las almas condenadas de los lujuriosos en el infierno.

Dios nos libre de los fanáticos católicos comprometidos y militantes, porque sólo sus perversiones y obsesiones sexuales pueden llegar a creer y difundir el absurdo rumor de que la Virgen María, madre por excelencia, gran pedagoga y sede de la delicadeza umana, habló de lujuria y de gente lujuriosa a una niña analfabeta de nueve años nacida y criada en una de las provincias más aisladas, pobres y retrógradas del Portugal de principios del siglo XX.

La teología de los calzoncillos nunca ha agradado a los sacerdotes que desde siempre han vivido a estrecho contacto con la materia humana, conscientes de ser pecadores y que por un inefable misterio de gracia, han recibido el mandato de Cristo Dios de absolver a los pecadores de sus pecados según el ministerio de la Iglesia:

Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar. (Jn, 20,22-23)

La teología de los calzoncillos gusta terriblemente a ciertos laicos católicos en las redes sociales, detrás de las cuales se esconden a menudo, madres y padres frustrados y fracasados que tienen hijos e hijas multidivorciados y convivientes, o sobrinas adolescentes que viajan con el colchón firmemente atado a la espalda, listo para su uso. Pero por otro lado, es una historia vieja y conocida: todas putas, pero sólo las hijas de los otros y ciertamente no las propias.

Yo veo y experimento algunas cosas de manera diferente: los sacerdotes debemos necesariamente ser todos putas que tratamos de darnos a todos, gratuitamente y por amor de Dios, sin ni siquiera pedir una compensación por el servicio. Por eso suelo decir, de manera seria y nada broma, incluso con un espíritu teológico coherente, que si no hubiera sido sacerdote, hubiera sido una puta. Sin embargo, elegí ser ambas cosas: el sacerdote y la puta, por amor de Dios.

Desde La Isla de Patmos, 4 de febrero de 2025

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